El Mesías llegará tan pronto como se torne posible el más desenfrenado individualismo de la fe, cuando no exista nadie que puede destruir esta posibilidad y nadie que puede sufrir su destrucción; entonces, los sepulcros se abrirán por sí mismos. Tal vez esto sea también doctrina cristiana, tanto en lo que se refiere a la presentación real del ejemplo que hay que emular (un ejemplo individual), como a la presentación simbólica de la resurrección del Mediador en la unicidad del hombre.
El Mesías llegará solamente cuando ya no haga falta; llegará solamente un día después de su llegada; llegará, no el último día, sino mucho después del último día.
Franz Kafka - Parábolas y Paradojas
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