Escribo y borro lo escrito... o lo dejo en un borrador de un original que no va a poder salir hacia donde debe ir. Es una locura, pero es así. En eso pienso... y en las cosas que no van a ninguna parte. Y me lamento, a veces, de que no vayan a ninguna parte. Pero deben las cosas ir a alguna parte? O solo son? O solo suceden?
Estoy convencido de que el problema es esa esperanza de destino, de meta a alcanzar... si solo pudiera uno detenerse justo antes de empezar a desear dirigir el rumbo, las cosas serían maravillosas... así, porque sí.
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