-Soy aquel que, como el niño, tienta y busca un lenguaje. La verdad no me ha aparecido. Pero mi lenguaje, como tu montaña, es simple para los hombres, y por sí mismos hacen de él la verdad.
-Te vuelves amargo, geómetra.
-Hubiera querido descubrir en el universo la huella de un divino manto y, palpando fuera de mi una verdad, como un Dios que se hubiera ocultado largo tiempo a los hombres, hubiera querido atraparla por el paño del hábito y arrancarle el velo del rostro para mostrarla. Pero no me ha sido dado descubrir otra cosa que a mí mismo.
Antoine de Saint-Exupéry - Ciudadela, Cap. LXXVIII
que bueno , es que me pasa a mi y a todos aunque no nos damos cuenta , te descubriras a ti mismo y te callaras , porque el mundo es asi ! a mi se me queda una vaga sonrisa olvidada y dejo al mundo ser y estar , porque el mundo me deja a mi tambien ser y estar ! un saludo Javier , me entro la filosofia , jejeje !
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