Una vez más he bordeado una verdad que no he comprendido. Me he creído perdido, he creído tocar el fondo de la desesperación y, una vez aceptado el renunciamiento, he conocido la paz. Parece, a esas horas, que uno se descubriera a sí mismo y que uno se transformara en su propio amigo. Nada podría ya prevalecer contra un sentimiento de plenitud que satisface en nosotros no sé qué necesidad esencial que no conocimos.
Antoine de Saint-Exupéry - Tierra de Hombres
No hay comentarios:
Publicar un comentario