Un sabio persa llegó a las puertas del cielo y llamó.
Al otro lado, la voz de Dios le preguntó: "¿Quién está ahí?", y el sabio respondió: "Soy yo". La voz replicó: "En esta Casa no hay sitio para ti y para mí".
El sabio se marchó y pasó muchos años meditando profundamente en esta respuesta.
Volvió al cielo por segunda vez, la voz le hizo la misma pregunta y de nuevo el sabio respondió: "Soy yo".
La puerta siguió cerrada.
Al cabo de unos años volvió por tercera vez y, cuando llamó a la puerta, la voz le preguntó una vez más: "¿Quién está ahí?" Y el sabio gritó: "¡Eres tú mismo!"
...La puerta se abrió.
Relato persa, extraído del libro de Alan Watts "La Sabiduría de la Inseguridad"
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