Sigo escribiendo del adiós y no me despido; bebo la sangre vieja del recuerdo y sé que no leerás mi propia sangre que ya navega por los mares que van a dar a otros mares, que no son los del morir, que no son mares, sino palabras adentro de un espejo.
Diarios - Alejandra Pizarnik
Ya no, pero fue así...
ResponderEliminar