Tien Tse Fang se hallaba al servicio del marqués Wen, de Wei y a menudo consultaba a Chi Kung.
El marqués Wen dijo:
-Y este Chi Kung, ¿es tu maestro?
-No -dijo Tse Fang-, pero somos de la misma región. Al comentar el Tao con él he hallado que acierta con frecuencia, y por eso le consulto.
-Entonces , ¿no tienes ningún maestro? -dijo el marqués Wen.
Tse Fang replicó:
-Sí lo tengo
-Y, ¿quién es tu maestro?
-El maestro Shun, De la Muralla Oriental -respondió Tse Fang
-Entonces, porqué no has elogiado nunca a este gran maestro?
-En realidad es un hombre que encarna la Verdad -dijo Tse Fang-.Tiene la apariencia de hombre, pero la dimensión del Cielo. Está vacío y su ser es la Verdad; es puro y lo tiene todo. Saluda de manera apropiada a los que no tienen el Tao y se iluminan, pues sus vanidades quedan disueltas. ¿Cómo podría yo presentar sus pensamientos?...
Extracto de El Libro de Chuang Tse, versión de Martin Palmer y Elizabeth Breuilly
Esta historia me trae a la memoria a Vasudeva, el barquero, del Siddharta de Hermann Hesse,..
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