martes, 4 de marzo de 2014

Elecciones




–Supongamos que vivimos en un sitio horrible: Ciudad Amenaza – propuso, tocando el cuadrado–  Cuanto más tiempo pasamos aquí, menos nos gusta. Hay violencia, destrucción, no nos gusta la gente, no nos gustan sus elecciones, no nos sentimos a gusto aquí. ¡Ciudad Amenaza no es nuestro hogar!
Trazó una línea ondulante que se alejaba del cuadrado, toda ángulos y retrocesos. Al final de esa línea dibujó un círculo.
–Así, un día preparamos nuestro equipaje y nos alejamos de allí, buscando la ciudad de la Paz. –Siguió con el dedo la difícil ruta que había trazado, marcando todos sus giros y desvíos.–Elegimos virajes a la izquierda y a la derecha, autopistas y atajos; seguimos el mapa de nuestras mejores esperanzas y al fin nos encontramos aquí, en este dulce rincón.
Paz era el círculo trazado en la arena; allí se detuvo el dedo de Pye. Mientras hablaba fue plantando ramitas verdes en la arena, como si fueran árboles.
–En Paz encontramos un hogar; a medida que vamos conociendo a la gente, descubrimos que comparten los mismos valores por los que nosotros vinimos. Cada uno ha hallado su propia ruta, ha seguido su propio mapa hasta este lugar, donde el pueblo ha elegido el amor, la alegría y la bondad, entre sí, para con la ciudad y para con la tierra. No necesitamos convencer a todos los que viven en Ciudad Amenaza de que se muden con nosotros a Paz; no necesitamos convencer a nadie más que a nosotros mismos. Paz ya existe y quienquiera lo desee puede mudarse allá cuando así lo decida.
Nos miró, casi tímida en su relato.
– El pueblo de Paz ha descubierto que el odio es el amor sin los datos necesarios. ¿A qué decir mentiras que nos separen y nos destruyan, si la verdad es que somos uno? El pueblo de Ciudad Amenaza es libre de escoger la destrucción, así como nosotros somos libres de escoger la paz. Con el tiempo, otros en Ciudad Amenaza pueden cansarse de la violencia; tal vez sigan su propio mapa hasta Paz y elijan, como nosotros, dejar la destrucción atrás. Si todos toman esa decisión, Ciudad Amenaza se convertirá en una población fantasma.
Trazó en la arena un número ocho, una suave ruta curva entre Paz y Ciudad Amenaza.
–Y un día, el pueblo de Paz recordará, curioso, y quizá visite las ruinas de Ciudad Amenaza; entonces descubrirá que, una vez desaparecidos los destructores, la realidad vuelve a ser visible: arroyos límpidos, en vez de venenos torrentosos; nuevos bosques que surgirán entre las rutas y las minas, pájaros cantando en el aire puro.
Pye plantó otras ramitas en la nueva ciudad.
–Y los habitantes de Paz arrancan el letrero que cuelga en los lindes, torcido, el letrero que dice "Ciudad Amenaza", y lo reemplazan por un cartel nuevo: "Bienvenidos a Amor". Algunos vuelven para retirar los escombros, reconstruyen con suavidad las calles perversas y prometen que la ciudad hará justicia a su nombre. Elecciones, queridos míos, ¿comprendéis? ¡Todo consiste en elecciones!
En ese momento, en ese extraño lugar, lo que ella decía tenía sentido.
–¿Qué podéis hacer? –preguntó –. En la mayor parte de los mundos, las cosas no cambian por medio de milagros súbitos. El cambio se produce con el girar de una hebra frágil y trémula entre país y país: los primeros Juegos Aéreos para aficionados en el mundo de Linda Albright; en el vuestro, los primeros bailarines, cantantes o películas soviéticas que se presentaron al público norteamericano. Lentamente, poco a poco, siempre eligiendo la vida.
–¿Y por qué no de la noche a la mañana?
–pregunté–. En ninguna parte está escrito que el cambio rápido sea imposible.
–Claro que el cambio rápido es posible, Richard –replicó ella–. El cambio se produce a cada segundo, lo percibas o no. Vuestro mundo, con su primera hebra de esperanza de un futuro en paz, es tan cierto como el mundo alternativo que terminó en 1963 o en el primer día de su última guerra. Cada uno de nosotros elige el destino de nuestro mundo. Las mentes deben cambiar antes que los acontecimientos...

Richard Bach - Uno


Si, ya se, el estilo es un poco ingenuo y, quizás, sea lo que coloca este tipo de lecturas bajo el ominoso letrero de "Autoayuda" en todas las librerías. Pero detrás de esa apariencia hay una verdad que te lleva puesto como un tren y que con un lenguaje "adulto" y "serio" merecería que se le prestara  algo de atención. O quizás no se le presta atención porque, justamente, no está entre las elecciones de los ciudadanos de Ciudad Amenaza.
"Las mentes deben cambiar antes que los acontecimientos", "Varios futuros posibles sucediendo en distintos planos al mismo tiempo, solo esperando nuestra elección"... todas ideas que me remiten al I Ching y una sabiduría que respeto... los gérmenes y el conocimiento de los cursos de acción posibles a partir de ellos y nuestra posibilidad de cambiar de realidad...


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