jueves, 23 de abril de 2020

La Revelación de Poe




"El universo es un ser vivo y tú estás dentro de él. Ahora, imagina todas las células de tu cuerpo: están en una situación similar a la tuya respecto del Universo. No tienen ni idea de lo que está pasando. No saben qué es un cuerpo humano, ni mucho menos que hay millones de seres allá afuera, en un mundo desconocido, aún mayor."

Rhodes, Steve. El Código de Dios: ¡Somos robots! (Spanish Edition) (p. 9). RME Publishing. Edición de Kindle. 


Edgar Allan Poe, en su pequeño libro Eureka, sostenía que el origen del universo había sido la unidad, y que el fin último de todo esto, es volver a ella.
Cito a Poe y a su pequeño libro, en lugar de citar a cualquier físico más laureado, por la belleza de su revelación, por la belleza de su obra, y porque sus verdades no tienen, como ninguna verdad que se precie de tal, argumento científico alguno.
Pienso en Poe y su "revelación", porque me fue dado experimentar esto que describe Poe de una manera cabal. Mi vida ha sido, y es, una pequeña muestra de ese camino. He podido leer, más precisamente sentir, esas tensiones que me llevan a esta situación, a aquella persona, en definitiva, que me llevan a la unidad con aquello que alguna vez fue uno conmigo. 
Como contrapartida, también he podido sentir con claridad lo que me separa de aquello que, a pesar de ser mi punto de partida consciente, no forman parte de aquella unidad a la que tiendo.
Qué fuerzas tan poderosas nos unen, a través del tiempo y la distancia? Que extraño magnetismo nos hace tender a esa unidad primigenia? No puedo saberlo. No nos fue dado ese conocimiento, ni la posibilidad de lograrlo, creo entender. Pero cuando te sueño, cada noche, siento esas fuerzas operar con todo su poder. La felicidad que me provoca, ese sentimiento indescriptible, es la prueba concluyente de su poder invisible. Si, Poe estaba en lo cierto.



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