domingo, 30 de septiembre de 2018

Love




El amor me dio la bienvenida, pero mi alma se espantó,
culpable del polvo y el deseo.
Pero el amor de ojos raudos, al observarme se aflojó
desde mi primera entrada,
se acercó a mí y, con dulzura, preguntó
si algo me hacía falta.


George Herbert

Pérdida (Hoy solo veo eso, aunque haya ganancia)




Mi impericia natural para manejarme socialmente me obligó a tomar distancia de algunas cosas que me daban una cierta felicidad. Frecuentar estos lugares era estimulante para mí, las ideas aparecían en tropel tras cada frase compartida, tras cada publicación leída y eso me daba felicidad; en ese medio me muevo con una cierta soltura, me gusta... aunque también soy consciente de lo innecesario que soy para esas ideas, de lo independientes que son, y lo fácil que se puede perder el rumbo. 
Permitir que esas ideas se expresen a través de mí es muy estimulante y generan en mi una felicidad inexplicable cuando, de algún modo, alcanzo a rozar el centro de eso inexpresable que siempre busco tras las cosas. Hay una frase que resume perfectamente lo que significan esas ideas que solía compartir: son "tiros en la noche", el intento de aproximarme a eso indefinido e inexpresable que mueve todos mis desvelos... el vacío entre las caras del cubo de un rompecabezas.
Hoy, cuando ya no tengo esos estímulos, de algún modo he ganado algo de tranquilidad, algo de sosiego para la mente, pero también he perdido mucho, he perdido el brillo de esos tiros que iluminaban mis búsquedas. De algún modo, aunque esto no es posible, estoy un poco más solo, más aislado. No es una queja, es una descripción.

No es exactamente lo que intento contar, pero me vino a la memoria esta poesía... también pérdida

Hemos amado juntos tantas cosas
que es difícil amarlas separados.
Parece que se hubieran alejado de pronto
o que el amor fuera una hormiga
escalando los declives del cielo.

Hemos vivido juntos tanto abismo
que sin ti todo parece superficie,
órbita de simulacros que resbalan,
tensión sin extensiones,
vigilancia de cuerpos sin presencia.

Hemos andado tanto sin movernos
que los viajes ahora se descuelgan
como abrigos inútiles.
Movimiento y quietud se han desunido
como grados de dos temperaturas.

Hemos perdido juntos tanta nada
que el hábito persiste y se da vuelta
y ahora todo es ganancia de la nada.
El tiempo se convierte en antitiempo
porque ya no lo piensas.

Hemos callado y hablado tanto juntos
que hasta callar y hablar son dos traiciones,
dos sustancias sin justificación,
dos substitutos.

Lo hemos buscado todo,
lo hemos hallado todo,
lo hemos dejado todo.

Únicamente no nos dieron tiempo
para encontrar el ojo de tu muerte,
aunque fuera también para dejarlo.

(a Antonio Porchia)



Roberto Juarroz

sábado, 29 de septiembre de 2018

The Final Cut



Al margen...




En los márgenes de la vida suceden, muchas veces, los hechos más trascendentes, los que nos marcan a fuego, los que nos encienden el alma y el corazón. Estos hechos no están destinados a formar parte de nuestra vida "oficial", nuestra vida principal, por llamarlo de alguna manera, pero son los verdaderamente importantes, los que nos abren de lado a lado, los que nos hieren de tal manera que nunca más podremos olvidarlos...
Quizás solo sea esto una manera particular de ver la vida... mi manera de verla. Sé de gente que nada escribe al margen, que todo está perfectamente pasado con letra de molde y los márgenes de sus vidas están impecables, sin mancha...

Pequeñas marcas




“Ahora, cerca del final de sus vidas, no saben quiénes son y buscan en vano en los libros leídos una marca cualquiera hecha de pasada, al descuido, para intuir algo de lo que eran, algo de lo que han sido”

Fabio Morábito

Uffff, que maravilla de texto. Me encanta especialmente. Al final, vivir es una manera de ir dejando pequeñas marcas para intentar leernos en un futuro y poder ver que recorrido seguimos. 
Me gustaría saber, algún día, al leer esas pequeñas huellas borrosas, que el camino fue veraz y, también, que fue lindo y luminoso. Muchas veces pierdo esa posibilidad de saber si mis días valen la pena...

Realidad




He vivido algunas cosas terribles en mi vida, muchas de los cuales nunca ocurrieron en realidad.

Mark Twain

Puro Espíritu




Y fue tan cuerpo que fue puro espíritu.

Clarice Lispector


domingo, 23 de septiembre de 2018

Casa de Huéspedes




"Esto de ser un ser humano
es como administrar una casa de huéspedes.
Cada día una nueva visita, una alegría, una tristeza,
una decepción, una maldad,
alguna felicidad momentánea
que llega como un visitante inesperado. 

Dales la bienvenida y acógelos a todos ellos,
incluso si son un grupo penoso
que desvalija completamente tu casa.
Trata a cada huésped honorablemente pues
podría estar haciendo espacio para una nueva delicia.

El pensamiento oscuro, lo avergonzante, lo malvado,
recíbelos en tu puerta sonriendo e invítalos a entrar.
Agradece a todos los que vengan
pues se puede decir de ellos que han sido enviados
como guías del mas allá."

Rumi



sábado, 22 de septiembre de 2018

Truco




Permanecer con el corazón roto, con el estómago revuelto, con el sentimiento de estar desvalido y queriendo venganza, ésa es la senda del verdadero despertar. Adherirse a esa incertidumbre, pillarle el truco a relajarse en medio del caos, aprender a no tener pánico: ésta es la senda espiritual...

Pema Chödron - Palabras Sabias para Momentos Difíciles


Desgraciados




El camino espiritual no consiste en tratar de llegar al cielo y finalmente acceder a un lugar magnífico. De hecho, esta manera de mirar las cosas es lo que nos hace ser desgraciados. Pensar que podemos encontrar placeres duraderos y evitar el dolor es lo que en budismo se llama samsara, un ciclo sin salida que da vueltas y vueltas interminablemente y nos causa un gran sufrimiento.

Pema Chödron - Palabras Sabias para Momentos Difíciles

jueves, 20 de septiembre de 2018

Fortaleza Asediada




Tanto si hablamos de la lamentable situación mundial como de nuestra dolorosa situación personal, el dolor es un resultado del apego al ego, de querer que las cosas sean como queremos, de desear «la victoria del yo». El ego es como una habitación que es tuya, una habitación con vistas, con la temperatura, los olores y la música que te gustan. Quieres las cosas a tu manera. Te gustaría tener un poco de paz; te gustaría tener un poco de felicidad: ya sabes, «¡dejadme tranquilo un rato!». Pero cuanto más piensas de esta manera, cuanto más quieres que la vida se adapte a tus gustos, más temes a los demás, y lo que está fuera de tu habitación se hace más grande. En lugar de estar más relajado, empiezas a bajar las persianas y a cerrar la puerta. Cuando sales, la experiencia te parece cada vez más inquietante y desagradable.

Pema Chödron

Relajarnos en el presente




Relajarnos en el momento presente, relajarnos en la ausencia de esperanza, relajarnos en la muerte, no resistirnos al hecho de que las cosas se acaban, de que las cosas pasan, de que no tienen sustancia duradera, de que todo está cambiando constantemente: éste es el mensaje básico.

Pema Chödron


Esperanza




Nos aferramos a la esperanza, y la esperanza nos roba el momento presente.

Pema Chödron


miércoles, 19 de septiembre de 2018

Carta Urgente




Hay cosas que te escribo en cartas
Para no decirlas
Hay cosas que escribo en canciones
Para repetirlas
Hay cosas que estan en mi alma
Y quedaran contigo cuando me haya ido
En todas acabo diciendo cuanto te he querido.

Hay cosas que escribo en la cama
Hay cosas que escribo en el aire
Hay cosas que siento tan mias que no son de nadie
Hay cosas que escribo contigo
Hay cosas que sin ti no valen
Hay cosas y cosas
Que acaban llegando tan tarde.

Hay cosas que se lleva el tiempo
Sabe Dios a dónde
Hay cosas que siguen ancladas
Cuando el tiempo corre
Hay cosas que estan en mi alma
Y quedaran contigo cuando me haya ido
Y en todas acabo sabiendo cuanto me has querido

Hay cosas que escribo en la cama
Hay cosas que escribo en el aire
Hay cosas que siento tan mias que no son de nadie
Hay cosas que escribo contigo
Hay cosas que sin ti no valen
Hay cosas y cosas
Que acaban llegando tan tarde...

Hay cartas urgentes que llegan cuando ya no hay nadie

Rosana Arbelo


sábado, 15 de septiembre de 2018

Judo, El Camino Amable




La filosofía de la fortaleza de la debilidad que pasó, con el budismo zen, desde China hasta Japón ha inspirado las fascinantes formas de autodefensa conocidas con los nombres de judo y aikido. La palabra judo está compuesta de ju, que significa "amable", y do (la versión japonesa de la palabra china Tao), que significa "camino". En este sentido, pues, el judo es el "camino amable", es decir, la filosofía del Tao aplicada al ámbito de la autodefensa. Los principios sobre los que se asienta el judo se deriban de la filosofía taoísta. Uno de los aspectos más importantes en este sentido es un respeto exquisito por el equilibrio de la naturaleza, que se cuida mucho de no pertubar. En lugar de ello, se apresta a descubrir lo que ocurre y busca a continuación el modo más adecuado de adaptarse.
Difícilmente incurrirá el taoísmo, dicho en otras palabras, en errores tan garrafales como la aniquilación completa de un insecto o el transplante de conejos a un país como Australia sin haber advertido previamente que carecían de enemigo natural. La experiencia ha demostrado las desastrosas consecuencias de decisiones tan poco respetuosas con el equilibrio de la naturaleza. Por ello una de las primeras cosas que se ve obligado a aprender  el aprendiz de judo o de aikido es la filosofía del equilibrio, en la que, como ya hemos dicho, se asienta el Tao.
Este principio se pone claramente de relieve cuando tratamos de levantar algo muy pesado. Estaríamos locos si, ignorando las leyes del equilibrio, tratásemos de levantarlo desde arriba. Convendrá, si queremos levantar algo, cogerlo desde más abajo de su centro de gravedad. En este principio básico se asienta el judo. Su visión del equilibrio nos enseña a caminar sin perder jamás el centro. Nuestras piernas conforman, en ese sentido, la base de un triángulo en cuyo vértice está nuestro cuerpo, de modo que, cuando nos desplazamos, debemos tratar de mantener siempre, si no queremos perder el equilibrio, los pies aproximadamente bajo los hombros. Y esta no solo es una práctica excelente para el judo, sino también para toda nuestra vida cotidiana.
El segundo principio, más allá de la comprensión y el mantenimiento del equilibrio, consiste en no oponernos a la fuerza. No debemos, pues, cuando alguien nos ataca, enfrentarnos directamente a él. En lugar de ello convendrá, basándonos en el mencionado principio del equilibrio, servirnos de la fuerza misma de nuestro oponente (como hace el torero con el toro) para provocar su caída.
La idea del judo, en este sentido, no consiste tanto en defendernos de los ataques que recibamos y devolver un golpe con otro, sino en aprovecharnos, por el contrario, de la fuerza de nuestro oponente. De este modo, cuando llega el adversario, nuestra receptividad se sirve de su mismo impulso para hacerle perder el equilibrio y, haciéndole caer en su propia trampa, provocar su caída.
La misma delicadeza se pone de manifiesto cuando observamos el modo en que un gato sube a un árbol. Y, cuando baja, se deja caer, completamente relajado, hasta posarse con suavidad en el suelo. Pero si, al bajar del árbol, el gato se tensara, acabaría en el suelo como un saco de huesos rotos.
Todos, según el Tao, estamos cayendo, en todos los momentos de nuestra vida, de un árbol. Es como si en el momento del nacimiento, nos hubiesen arrojado desde lo alto de un precipicio y estuviésemos siempre cayendo, sin que nada pudiera detener nuestra caída. Convendrá pues que, en lugar de vivir en un estado de crispación crónica y de querer aferrarnos a cualquier cosa, dado que el mundo es impermanente y está también cayendo con nosotros, aprendamos a no ofrecer resistencia y comportarnos como gatos.

Alan Watts - Qué es el Tao


martes, 4 de septiembre de 2018

Irrelevante




"Yo creo en el amor. Que sea correspondido o no, es irrelevante. Lo importante es sentir que estás en un escalón entre lo terrenal y lo divino. Si gozaste y pensaste que darías todo por alguien, sin importar el sacrificio, entonces ya ganaste"

"Mi última frase sería: 'Mucho pidió de la vida y mucho la vida le dio'. Yo doy todo para ir por lo que me apasiona..."

"Yo no veo lo que debería ser, sino lo que mi corazón me dice. Yo no le pido al amor, le doy al amor..."

"...no sé cómo va a ser una relación cuando empieza, ni pongo un proyecto mío sobre la magia de otra persona. Me permito vivir sin preconceptos, y sin ver la duración del vínculo como un valor. Creo que el valor es la calidad de ese amor. Porque si lo fue, te dura toda la vida."

Cristina Perez, periodista

Sincronicidades. No sé por qué, al mirar la portada digital de un portal de noticias, me llamó la atención esta nota, en la que la periodista habla sobre sus cosas... algo que normalmente no me llamaría la atención. Algo, sin embargo, me hizo clickear la nota y empezar a leer y, la verdad, me encantó lo que dice, cómo piensa y siente... había allí un mensaje que me concernía, que me interesaba, que compartía profundamente... que tiene que ver con cosas que he vivido en estos días, y aún vivo.
Eso, sincronicidad en estado puro... 



lunes, 3 de septiembre de 2018

El Hombre en la Arena




“No es el crítico quien cuenta,
ni el que señala con el dedo al hombre fuerte cuando tropieza
o el que indica en qué cuestiones quien hace las cosas podría haberlas hecho mejor.

El mérito recae exclusivamente en el hombre que se halla en la arena,
aquel cuyo rostro está manchado de polvo, sudor y sangre,
el que lucha con valentía,
el que se equivoca y falla el golpe una y otra vez,
porque no hay esfuerzo sin error y sin limitaciones.

El que cuenta es el que de hecho lucha por llevar a cabo las acciones,
el que conoce los grandes entusiasmos,
las grandes devociones,
el que agota sus fuerzas en defensa de una causa noble,
el que, si tiene suerte, saborea el triunfo de los grandes logros
y si no la tiene y falla,
fracasa al menos atreviéndose al mayor riesgo,
de modo que nunca ocupará el lugar reservado a esas almas frías y tímidas que ignoran tanto la victoria como la derrota”

Theodore Roosvelt


Los Napoleones del fin de semana

  Hay un brillo inquietante en sus ojos cuando acuden cada sábado a la cita. Llegan uno tras otro, casi furtivamente, con sus cajas y reglam...