domingo, 30 de septiembre de 2018

Love




El amor me dio la bienvenida, pero mi alma se espantó,
culpable del polvo y el deseo.
Pero el amor de ojos raudos, al observarme se aflojó
desde mi primera entrada,
se acercó a mí y, con dulzura, preguntó
si algo me hacía falta.


George Herbert

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No te deseo un regalo cualquiera, te deseo aquello que la mayoría no tiene, te deseo tiempo, para reír y divertirte, si lo usas adecuadament...