lunes, 20 de enero de 2014

Fue...




Lo que vi en aquel tiempo es lo que es, no se me escapó lo esencial tras las máscaras.

Puedo estar tan seguro porque, de alguna manera, no fui "yo" el que vio lo invisible... solo era un instrumento de lo que es, solo era la lente en la que las apariencias se desdibujan y pierden lo superficial para dejar lo esencial al descubierto. 
Pero, siempre hay un pero, que lo haya visto no me sirvió de nada. En realidad estoy siendo muy injusto, me permitió disfrutar de ese descubrimiento, imaginar conexiones (cierto,algunos dirán inexistentes) y, de algún modo, fui feliz por vislumbrar un sendero por el que, me pareció antes y hasta hace muy poco, se salía de ese laberinto en el que me había perdido...

Que el laberinto siga siendo el de siempre, con esas salidas imposibles, es algo a lo que estoy acostumbrado... aunque ese espejismo fugaz al final del túnel justificó con creces mi arriesgada incursión en el teatro mágico en el que me metí sin tomar las precauciones habituales y saliera un poco chamuscado.


4 comentarios:

  1. El molino ya no esta, pero el viento sigue todavía...

    Que la luz al final del túnel ya no sea visible no la hace inexistente. Aún hoy, todo sigue como entonces, las apariencias esconden lo esencial por mucho que intentan mostrarnos otra cosa

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  2. Se usa la palabra magia con demasiada superficialidad. Es una palabra que puede pronunciar cualquiera. Investiga la magia. En el I Ching se la nombra en 57.2. Existe, pero no cualquiera hace magia nada más que con nombrarse o nombrarla. Es un lugar bastante sombrío porque allí se meten los que buscan tener poder sobre los demás y cambiar el mundo a su gusto y provecho. Manipular y sugestionar. Gente como Hitler y el mago de la propaganda nazi, Goebbels.
    Pero tiene su lado luminoso que pasa por el camino interior. Nada de lo que encuentras afuera te lleva a la verdad, eso seguro
    Tal vez solo era un juego de palabras bonito, teatro-mágico suena bonito.

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  3. El Teatro Mágico es superficial... y profundo. La entrada cuesta la razón, solo para locos. O en las palabras del único prócer vivo que nos queda (Charly García): "la entrada es gratis, la salida, vemos..."
    Profundidad y superficialidad son solo una perspectiva, un punto desde el que miramos las cosas y, muchas veces, solo el observador puede determinar de que lado está el fiel de la balanza.
    La referencia inicial, seguramente ya lo percibiste, era al Lobo Estepario, de un experto en magia blanca como Hermann Hesse que, por otra parte, me enseñó que hay un revés en la moneda y me mostró el camino que desembocó en "los chinos"

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  4. http://castalia-tegularius.blogspot.com.ar/2008/03/rastro-de-un-sueo.html

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