jueves, 10 de octubre de 2013

El Andariego




Mi corazón al desnudo...

Me quedé enganchado con el signo Lü / El Andariego (hexagrama 56). Una imagen muy linda de la que voy a apropiarme, me gusta, la siento afín.
En el interior Ken, la montaña (la idea, el símbolo, lo más propio), quieta, inamovible, siempre ahí, pese a las vicisitudes de la vida externa que, muchas veces, te zarandean de lo lindo y te hacen perder el foco...
En el exterior Li, el fuego, pero resaltando lo adherente de la llama, su carácter dependiente, lo que se adhiere a aquello que es el combustible y su dependencia del oxígeno. La llama (la realidad, el mundo exterior) es impermanente, fugaz, dependiente...

El Andariego. Éxito por lo pequeño.
Al Andariego la perseverancia le trae ventura.

Un dictamen claro. Dice Wilhelm: Como viajero y extranjero uno no debe mostrarse brusco ni pretender subir demasiado alto. No dispone uno de un gran círculo de relaciones; no hay, pues, motivos para jactarse. Es necesario ser precavido y reservado... El Andariego no tiene morada fija, la carretera es su hogar.
Es un poco "vivir en este mundo sin ser de este mundo", algo que me gusta, que siento mío, aunque haya veces en que las imágenes de este mundo me atrapen irremediablemente con su belleza y su calor, con su promesa de un poco más de magia, con su promesa de hacerme sentir parte, en fin...
El Andariego da en el clavo, definiendo la situación y mostrándome el camino a seguir para que las llamas no me consuman...

No es conveniente para el andariego involucrarse más de la cuenta. No es propicio tender puentes muy sólidos a esa realidad tan cambiante, tan fugaz. No es bueno abrir las puertas de par en par y arriesgarse demasiado. Vuelvo sobre el tema de la sensibilidad para percibir lo exterior, Li, lo adherente y creo que es decisivo

A ver, tengo claro, o creo tenerlo, que todo es una puesta en escena, un "teatro mágico" pero, siempre hay un pero, hay escenas que nos gustan más que otras... que nos implican de una forma que nos hacen olvidar de todo lo que sabemos, de ese frío y calculado conocimiento. Lo sabemos, no debemos creer en la supuesta realidad de eso que nos toca vivir, pero nos queremos perder en esa escena y disfrutarla... porque la serenidad que da la sabiduría es muy linda (y acá estoy suponiendo) pero estamos en el mundo para actuar y, además, en mi caso, me gusta la magia y creerme la puesta en escena... me hace sentir vivo.


1 comentario:

  1. Pego un enlace con un análisis, que publicó Marta Ortiz en su blog sobre este signo, que me gustó mucho...

    http://abatesoderini.blogspot.com.ar/2014/02/hexagrama-56-lu-el-andariego-transitar.html

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