jueves, 3 de octubre de 2013

Carta a una amiga inventada 3



LA IBENSE
FÁBRICA DE HELADOS FINOS            
CASA CENTRAL            
MÉNDEZ NÚÑEZ, 4

Alicante (noviembre de 1926)


"...Ahora te escribiré una carta mucho más impersonal porque me doy cuenta de que no se puede contar mucho contigo. Necesitas reunir demasiadas condiciones favorables para poder ayudar a alguien. No puedes escribir “porque sí”, ya habías intentado explicarme esto, pero yo no lo había entendido. 

Yo no sé muy bien por qué escribo. Tengo mucha necesidad de un amigo a quien confiar las cositas que ocurren. Con quien compartir. No sé por qué te he escogido a ti. Me resultas tan extraña. Mi papel rechaza las frases. Ya no puedo imaginarte, inclinado el rostro, leyendo, comunicarte generosamente mi sol, mis pastelitos, mis sueños. Escribo lentamente una carta, como para despertarme, sin creer demasiado en lo que hago. Posiblemente me escriba a mí mismo.

Y tú no me comprenderás, ni nadie. Quisiera obligar a alguien a que me comprendiera. ¿Por qué tienes que ser tú, si te da igual, si estarás distraída?

Esto me recuerda un rostro. Acababa de decir algo tan esencial para mí, tan ansioso, que miraba como mi pensamiento se continuaba bajo este rostro. Leía en sus muecas todo lo que mi pensamiento despertaba en él. De golpe vi como se desvanecía en la arena. No dejaba tras de sí ni rastro de placer, ni rastro de fastidio, ni esfuerzo por comprender. Sentí el momento exacto de la distracción. Una distracción tan veloz que tenía un sentido y soñé con esta expresión maravillosa: “apartar una nube de su frente”. Un campo de trigo bajo una luz cambiante.      

Me llevo a Nietzsche bajo el brazo. Me gusta inmensamente este tipo. Y esta soledad. Me echaré en la arena, en Cap Juby y leeré a Nietzsche. Tiene cosas que adoro: “Mi corazón en el que se consume mi verano, este verano corto, cálido, melancólico y feliz...” Quisiera que compartieras esta pasión, pero tú no compartes gran cosa."                                                                 

Antoine


No pienso que vayas a contestarme esta carta porque, si me escribiste ayer, ya has cumplido con tu deber

De Cartas a una amiga inventada, Antoine de Saint-Exupéry


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los Napoleones del fin de semana

  Hay un brillo inquietante en sus ojos cuando acuden cada sábado a la cita. Llegan uno tras otro, casi furtivamente, con sus cajas y reglam...