viernes, 13 de junio de 2014

Tiros en la Noche

Frases sueltas que me gustan, que me generan alguna inquietud o disparan alguna idea. En definitiva, trampas para intentar atrapar eso que sigo buscando, aunque ya no me acuerde para qué...
Como diría Dolina, tiros en la noche...




Aunque todas las posibles preguntas de la ciencia recibiesen respuesta,
ni siquiera rozarían los verdaderos problemas de nuestra vida.

Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mente.

El filósofo no es ciudadano de ninguna comunidad de ideas. Esto es lo que lo hace ser filósofo.

Sentimos que aun cuando todas las posibles cuestiones científicas hayan recibido respuesta, nuestros problemas vitales todavía no se han rozado en lo más mínimo. Por supuesto que entonces ya no queda pregunta alguna; y esto es precisamente la respuesta.

Trabajar en filosofía -como trabajar en arquitectura, en muchos sentidos- es en realidad un trabajo sobre uno mismo. Sobre la propia interpretación. Sobre el propio modo de ver las cosas -y lo que uno espera de ellas-.

En filosofía el ganador de la carrera es aquél que sabe correr más lentamente; o el que llega último.

Nuestras palabras sólo expresan hechos, del mismo modo que una taza de té sólo podrá contener el volumen de agua propio de una taza de té por más que se vierta un litro en ella.

La muerte no es ningún acontecimiento de la vida. La muerte no se vive. Si por eternidad se entiende no una duración temporal infinita, sino la intemporalidad, entonces vive eternamente quien vive en el presente.

¡No juegues con las profundidades de otro!

El sentido del mundo debe quedar fuera del mundo. En el mundo todo es como es y sucede como sucede: en él no hay ningún valor, y si lo hubiera no tendría ningún valor.



Ludwig Wittgenstein
Filósofo austríaco, uno de los pensadores más influyentes del siglo XX, reconocido en especial por su contribución al movimiento conocido como filosofía analítica.


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