lunes, 30 de junio de 2014

Desarma y Sangra




Tu tiempo es un vidrio, 
tu amor un faquir, 
mi cuerpo una aguja, 
tu mente un tapiz. 

Si las sanguijuelas no 
pueden herirte 
no existe una escuela 
que enseñe a vivir. 

El ángel vigía, 
descubre al ladrón, 
le corta las manos, 
le quita la voz. 

La gente se esconde 
o apenas existe, 
se olvida del hombre, 
se olvida de Dios. 

Miro alrededor, 
heridas que vienen 
sospechas que van, 
y aquí estoy 

pensando en el 
alma que piensa 
y por pensar no es alma. 
Desarma y sangra.

Charly García


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los Napoleones del fin de semana

  Hay un brillo inquietante en sus ojos cuando acuden cada sábado a la cita. Llegan uno tras otro, casi furtivamente, con sus cajas y reglam...