viernes, 27 de diciembre de 2013

Tiempo




“El europeo y el africano tienen un sentido del tiempo completamente diferente; lo perciben de maneras dispares y sus actitudes también son distintas. Los europeos están convencidos de que el tiempo funciona independientemente del hombre, de que su existencia es objetiva, en cierto modo exterior, que se halla fuera de nosotros y que sus parámetros son medibles y lineales. Según Newton, el tiempo es absoluto: ‘Absoluto, real y matemático, el tiempo transcurre por sí mismo y, gracias a su naturaleza, transcurre uniforme; y no en función de alguna cosa exterior.’ El europeo se siente como su siervo, depende de él, es su súbdito. Para existir y funcionar, tiene que observar todas sus férreas e inexorables leyes, sus encorsetados principios y reglas. Tiene que respetar plazos, fechas, días y horas. Se mueve dentro de los engranajes del tiempo; no puede existir fuera de ellos. Y ellos le imponen su rigor, sus normas y exigencias. Entre el hombre y el tiempo se produce un conflicto insalvable, conflicto que siempre acaba con la derrota del hombre: el tiempo lo aniquila.”

“Los hombres del lugar, los africanos, perciben el tiempo de manera bien diferente. Para ellos, el tiempo es una categoría mucho más holgada, abierta, elástica y subjetiva. Es el hombre el que influye sobre la horma del tiempo, sobre su ritmo y su transcurso (por supuesto, sólo aquel que obra con el visto bueno de los antepasados y los dioses). El tiempo, incluso, es algo que el hombre puede crear, pues, por ejemplo, la existencia del tiempo se manifiesta a través de los acontecimientos, y el hecho de que un acontecimiento se produzca o no, no depende sino del hombre. Si dos ejércitos no libran batalla, ésta no habrá tenido lugar (es decir, el tiempo habrá dejado de manifestar su presencia, no habrá existido).”
El tiempo aparece como consecuencia de nuestros actos y desaparece si lo ignoramos o dejamos de importunarlo. Es una materia que bajo nuestra influencia siempre puede resucitar, pero que se sumirá en estado de hibernación, e incluso en la nada, si no le prestamos nuestra energía. El tiempo es una realidad pasiva y, sobre todo, dependiente del hombre”.
“Todo los contrario de la manera de pensar europea.”

“Traducido a la práctica, eso significa que si vamos a una aldea donde por la tarde debía celebrarse una reunión y allí no hay nadie, no tiene sentido la pregunta: ‘¿Cuándo se celebrará la reunión?’ La respuesta se conoce de antemano: ‘Cuando acuda la gente’.”
“De modo que el africano que sube a un autobús nunca pregunta cuándo arrancará, sino que entra, se acomoda en un asiento libre y se sume en el estado en que pasa gran parte de su vida: en estado de inerte espera”.

…” En alguna parte del mundo fluye y circula una energía misteriosa, la cual, si viene a buscarnos, si nos llama, nos dará la fuerza para poner en marcha el tiempo: entonces algo empezará a ocurrir. Sin embargo, mientras una cosa así no se produzca, hay que esperar; cualquier otro comportamiento será una ilusión o una quijotada.” 

“¿En qué consiste esa inerte espera? Las personas entran en este estado conscientes de lo que va a ocurrir; por lo tanto intentan elegir el mejor lugar y aposentarse lo más cómodamente posible. A veces unas se tumban, otras se sientan en el suelo o en una piedra, o se ponen en cuclillas. Dejan de hablar. El grupo de personas en estado de inerte espera es mudo. No emite ninguna voz, permanece en silencio. Los músculos se distienden, La silueta se vuelve lacia, se desmaya y encoge. El cuello se queda rígido y la cabeza deja de moverse. La persona no mira, no intenta divisar nada, no se muestra curiosa. A veces tiene los ojos entornados, pero no siempre. Los ojos, por lo general, están abiertos pero con la mirada ausente, sin brizna de vida. Puesto que he pasado horas observando multitudes enteras en estado de inerte espera, puedo afirmar que se sumen en una especie de profundo sueño fisiológico: no comen, no beben, no orinan. No reaccionan a un sol que abrasa sin piedad ni a las moscas, voraces y pesadas, que las asedian y se posan sobre sus labios y párpados.

¿Qué debe de pasar entonces por sus cabezas?
Lo ignoro, no tengo la menor idea. ¿Piensan o no? ¿Sueñan? ¿Recuerdan cosas? ¿Hacen planes? ¿Meditan? ¿Permanecen en el más allá? Difícil de decir.” 

Fragmentos de “EBANO”, de RYSZARD KAPUSCINSKI. Barcelona, Anagrama, 2007.


2 comentarios:

  1. ¿A quién no le interesa el tiempo?. Las magnitudes esenciales masa, carga, tiempo, se miden y se desconocen. Ignoramos su esencia. Y, sin embargo, se nos llena la boca hablando de ellas. Estoy de acuerdo con que ña percepción del tiempo varía en gran medida dependiendo de la naturaleza y ña disposición vital.
    Vivo asombrado, mientras el tiempo fluye permanente y continuo.
    Algo absolutamente desconocido me arrastra,
    inerme, hacia la desaparición.
    ¿Qué es lo invisible que ubicuo penetra los poros de esta inquieta
    realidad abandonada a sí misma avanzando hacia el futuro inexistente?.
    ¿Cómo puede medirse el suspiro?
    ¿Cómo el anhelo del espíritu?.
    Se experimenta según la naturaleza
    y el orden de magnitud definidor de la existencia..
    Todo es posible; acorde al ritmo vital y su percepción.
    Imposible una vida igual para el colibrí o el moscardón
    percibiendo centésimas de segundo con su rápido batir de alas,
    que la del buitre o el cóndor planeando arrastrados por las térmicas convectivas.
    Diferente para la hambrienta y nerviosa musaraña
    que para el arbóreo perezoso o el protehido armadillo..
    ¿Y para la efímera mariposa cuya vida transcurre en un día?
    El protón que vive eones o el muón microsegundos.
    Entre un parpadeo y el crecimiento del árbol
    que escribe círculos concéntricos
    hay un vacío igual que el existente
    entre la formación de una montaña y su desmoronamiento.
    De la nada surgen misteriosas presencias
    cuya existencia va pareja a su indeterminación.
    Dicen que, nunca, es mucho tiempo
    tanto como siempre o la eternidad,
    pues todo y nada comprenden el mismo significado.
    El cambio es la naturaleza del río de la vida ...
    .......
    Me alegra saludarte de nuevo. BUenas noches.

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  2. Muy lindo esto que escribís Galefod!!! Gracias y también me alegra saludarte. Un abrazo

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