Cada noche es como el fin de un carnaval,
el cielo siempre se guarda lo mejor.
Sabe contar que me ha visto en la ciudad
dando vueltas sin parar,
pidiendo a gritos por un dios.
Silvina Garre
Hay un brillo inquietante en sus ojos cuando acuden cada sábado a la cita. Llegan uno tras otro, casi furtivamente, con sus cajas y reglam...
Puedo pasarme horas sin hablar
ResponderEliminary poner en punto muerto el corazón.
Mi corazón, él no sabe de piedad,
él no sabe de humildad,
no se conforma con latir.