miércoles, 18 de diciembre de 2013

A dónde vas?




Los maestros zen instruyen a sus jóvenes discípulos para que aprendan a expresarse. Dos templos zen, situados muy próximos el uno del otro, tenían cada uno a un niño como protegido. El uno, que iba a buscar verduras todas las mañanas, se encontró con el otro en el camino.

—¿A dónde vas? —le preguntó.

—Voy ahí donde me llevan mis pies —le respondió.

Esta respuesta desconcertó al niño preguntón y fue a pedir ayuda a su maestro.

—Mañana por la mañana —le aconsejó el maestro—, cuando te cruces con él, hazle la misma pregunta. Él te dará la misma respuesta y entonces tú le dirás: "Supón que no tienes pies. ¿A dónde vas entonces?". Esto lo pondrá en un aprieto.

A la mañana siguiente los niños se encontraron por segunda vez.

—¿A dónde vas? —le preguntó.

—Voy ahí donde sopla el viento —le respondió.

Esta respuesta también desconcertó al niño preguntón y fue nuevamente a pedir ayuda a su maestro.

—Pregúntale entonces a dónde va si no hay viento —le sugirió el maestro.

A la mañana siguiente los niños se encontraron por tercera vez.

¿A dónde vas? —le preguntó.

—Voy al mercado a comprar verduras —le respondió.

Extraído de:
https://www.facebook.com/ComunidadZenSotoshu


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