domingo, 1 de diciembre de 2013

El precio de lo que se da




Casablanca, 3 de enero (1927)

Tengo que contarte otra cosa triste. Tenía un amigo delicioso y murió hace tres meses en Tánger. En Tánger hice un peregrinaje extraño. Lo busqué. En qué lugares quieres que lo buscara. Pensé en las fulanas de los bares. Era encantador: seguro que ellas le querían. No han guardado su recuerdo, Rinette. Le han sido infieles, han dejado escapar sus preciosos recuerdos. Y, sin embargo, era allí donde debía buscar, era el esfuerzo más razonable puesto que uno da a quien puede lo que tiene de sí mismo para dar. Su familia estaba compuesta de imbéciles. Pero ellas no sabían el precio de lo que se da alguna vez. Y lo que él tenía de más encantador y espiritual se lo han quitado sin maravillarse siquiera.        

Mi vieja Rinette, no entiendo nada de la vida.

Cartas a una Amiga Inventada - Antoine de Saint-Exupéry


4 comentarios:

  1. Entendía demasiado de una vida que no siempre es fiel, que no siempre sabe el precio de lo que se da.
    Hermosa imagen la que utiliza en esta historia que cuenta a una amiga que nunca se maravilló por lo que recibía, en fin...

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  2. una actitud que tenemos que aprender , no maravillarse de nada ! pues la vida sabe lo que hace , te guste o no . Y cuando no lo ves de tanto orgullo y tanto egoismo y tanto prejuicio ... no pasa nada , si te quedaras atento puedes ver eso de ,,no maravillarse por lo que se recibe ,, porque llegara sin duda , la cosa es ver . Me enredo , jeje ... no se explicar muy bien , si fuera mi lengua materna , se que lo haria mejor . Gracias por todo lo que publicas Javier , me hace valorar cosas , ya que cuando alcanzamos el medio siglo , perdemos algun amigo , algun vecino de los padres con lo que te has criado , los padres tambien pueden irse , los hijos son adultos pero no maduros ... y asi , bueno ! Gracias , que sea un fin de semana como tu lo quieres .

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    Respuestas
    1. Esta carta me entristece tanto... cada vez que la leo siento lo mismo que él.
      Siempre se da lo que uno tiene para dar, no puede ser de otro modo, pero cuando uno da de lo más hermoso que tiene, y es consciente de eso, y eso que uno da es ignorado de una manera tan brutal, no se, la incomprensión es tan grande... y la desilusión. Quizás el punto esté ahí, en ese ser consciente de lo que se da, que probablemente sea una forma del ego.

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    2. y tal vez esperar algo del otro como retribución, en este caso, la comprensión de la hermosura del regalo. Dar e irse sin mirar para atrás. Sería mejor. Este personaje quiere rescatar en las huellas que suponía había dejado su amigo, a su esencia. Y esa esencia solo estaba en su corazón. Me pregunto, dejaremos huellas en algún lugar? No sé.

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