jueves, 30 de octubre de 2014

Vivir como el águila




...para poder tener una relación con otra persona, uno debe tener una relación consigo mismo. Si no somos capaces de abrazar nuestra propia soledad, utilizaremos al otro como escudo contra nuestra soledad. Sólo cuando es posible vivir como el águila, sin público, se puede amar a otra persona; solo entonces puede importarle a uno que la otra persona crezca. Por consiguiente, si uno no puede renunciar a un matrimonio, ese matrimonio está perdido.

Friedrich Nietzsche al doctor Breuer, en El día que Nietzsche lloró


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