sábado, 16 de noviembre de 2013

Conmover al mundo




"-Richard ¿qué esperanza te queda de conmover al mundo cuando a tu alrededor  todos se ganan la vida trabajando y tú revoloteas irresponsablemente un día y otro en tu loco avión? -me estaba poniendo nuevamente a prueba-. Es una pregunta que te harán más de una vez.
-Bueno, Donald. Artículo primero: no estoy aquí para conmover al mundo. Estoy aquí para vivir mi vida en condiciones que me hagan feliz.
-Muy bien. ¿Artículo segundo?
-Artículo segundo: Todos los demás son libres de hacer lo que más les plazca, para ganarse el sustento. ¿Artículo tercero? Responsables significa capaces de responder por las condiciones en que elegimos vivir. Por supuesto, hay una sola persona ante la que debemos responder, y esa persona es...
-Uno mismo -completó Don, dirigiéndose a la multitud imaginaria de discípulos que nos rodeaba.
-Ni siquiera tenemos que responder ante nosotros mismos, si no se nos antoja... No tiene nada de malo ser irresponsable. Pero a la mayoría de nosotros nos parece interesante saber por qué nos comportamos como lo hacemos, por qué nuestras opciones son las que son... ya optemos por contemplar un pájaro, o pisar una hormiga, o trabajar en algo que no nos gusta con el exclusivo fin de ganar dinero -tuve un pequeño sobresalto-. ¿Es una respuesta demasiado larga?
-Larguísima -asintió.
-Muy bien... ¿Qué esperanza te queda de conmover al mundo...? -salí de debajo del avión y descansé un rato a la sombra de las alas-. ¿Qué te parece si digo que dejo que el mundo viva como quiera, y que me dejo vivir a mí mismo como quiero?
Me dirigió una mirada satisfecha y orgullosa.
-¡Has hablado como un auténtico mesías! Una respuesta simple, directa, fácil de citar, y que no contesta el interrogante a menos que alguien medite lo necesario para analizarlo cuidadosamente."

Ilusiones - Richard Bach

1 comentario:

  1. A veces ni siquiera nos comprendemos. Aceptarnos es el primer paso para vivir en paz. Luego, aceptar el misterio de la vida.

    ResponderEliminar

Los Napoleones del fin de semana

  Hay un brillo inquietante en sus ojos cuando acuden cada sábado a la cita. Llegan uno tras otro, casi furtivamente, con sus cajas y reglam...