jueves, 14 de marzo de 2013

José, apodado el justo


Dicen que era vulgar, vástago ordinario de común semilla, hombre tosco y violento.
Dicen que solamente el viento peinaba sus cabellos, y solamente la lluvia juntaba a sus ropas con su cuerpo.
Lo consideran loco, y atribuyen sus palabras a demonios.
Reparad, sin embargo, en que el Hombre despreciado sonaba a desafío y que el sonido así originado jamás cesará.
Cantó una canción y nadie detendrá esa melodía. Volará de generación en generación y se elevará de esfera a esfera recordando los labios que la hicieron nacer y los oídos que la acunaron.
Era un extranjero. Si. El era un extranjero, un caminante rumbo a su santuario, un visitante que golpeó a nuestra puerta, un huésped venido de un lejano país.
Y como no encontró a un anfitrión afable, El retornó a su propio lugar.

Extraído del libro "Jesús, el hijo del hombre", de Khalil Gibran.


1 comentario:

  1. Hola Tegularius,
    este sería un caso de 9 en el primer puesto del hexagrama 34. Para mí el hexagrama 34 es el hexagrama del avatar. Ellos van y vienen y en ocasiones sucede que nadie los escucha, entonces se retiran igual que como vinieron. Sin pena y sin gloria. Los avatares son peregrinos, su vida en la tierra es su peregrinaje.

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