Entre los hombres sólo son grandes el poeta, el sacerdote y el soldado,
el hombre que canta, el hombre que bendice, el que sacrifica y se sacrifica
El resto está hecho para el látigo.
Charles Baudelaire - Diarios Íntimos
Hay un brillo inquietante en sus ojos cuando acuden cada sábado a la cita. Llegan uno tras otro, casi furtivamente, con sus cajas y reglam...
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