El ineludible camino al cielo, que cada día emprendemos con resultado incierto...
Cada día de mi vida, desde que tengo memoria, es eso, un intento de tomar el cielo, de descubrir que hay detrás de las apariencias, de las formalizaciones acá, en la tierra.
Una y otra vez, invariablemente, vuelvo con las manos vacías... aunque en los días en que estoy inspirado logro sacarle algún secreto o, al menos, creo haberlo hecho. Eso solo me basta para renovar mis fuerzas y seguir intentando la difícil trepada. Muchas veces puedo ver el sentido de esta búsqueda, sé por qué debo hacerla. Otras, en cambio, ese sentido se desdibuja, pero debo perseverar porque así lo dice un papelito que llevo prendido en mi corazón... algún día, quizás cuando ya no sea necesario, voy a descubrir eso que tanto me desvela...
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