domingo, 25 de agosto de 2013

Mordernos los dientes




"... el ser humano siempre será mayor que cualquier cosa que al respecto podamos pensar y decir. Si esbozamos ideas sobre nuestra naturaleza, es decir, sobre el modo en que funcionan nuestra mente y nuestras emociones, esas ideas siempre serán cualitativamente inferiores -es decir, mucho menos complejas y vivas que los autores de esas ideas... nosotros. Siempre quedará en nosotros algo que queda más allá de nuestra definición, un residuo que nunca podremos alcanzar..., del mismo modo que jamás podremos mordernos los dientes, escuchar nuestros oídos o hacer que nuestra mano se agarre a sí misma. Por ello debemos soltarnos y confiar en las complejidades de nuestra humanidad. Confucio fue el primero en subrayar la necesidad de confiar más en las pasiones y en los instintos humanos que en las ideas sobre lo que está bien, porque, como los taoístas, acabó dándose también cuenta de la necesidad de dejar que las cosas se ocupen de sí mismas."

Del libro Qué es el Tao", de Alan Watts


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