viernes, 24 de julio de 2015

Precaución de los espíritus libres




Las personas de mentalidad liberal, que únicamente vivan para el conocimiento [...] buscan sumergirse con toda la fuerza acumulada, y por así decir, con los pulmones llenos de aire, en el elemento del conocimiento. Pueden así tener la esperanza de bucear hondo y ver también el fondo bien. El también conoce los días laborables de falta de libertad, de dependencia, de servidumbre. Pero de vez en cuando debe llegar un domingo de libertad, de lo contrario no aguantará la vida. Probablemente su amor a los hombres será precavido y un tanto de corto aliento, pues sólo se compromete con el mundo de las inclinaciones y de la ceguera en la medida en que es necesario al fin del conocimiento. Debe confiar en que el genio de la justicia diga algo en favor de su discípulo y protegido si voces acusadoras le tildan de pobre en amor. Hay en su modo de vivir y de pensar un heroísmo refinado que desdeña ofrecerse, como hace su hermano más grosero, a la veneración de la gran masa, y que suele atravesar y salir del mundo silenciosamente. Cualesquiera laberintos recorra, sean cuales sean las rocas entre las que su torrente tenga por momentos que abrirse paso tortuosamente, cuando llega a la luz avanza luminoso, ligero y casi sin ruido, y deja que los rayos solares se filtren hasta su fondo.

F. Nietzsche


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