martes, 23 de septiembre de 2014

Te devuelvo




Te devuelvo el chau (ese último "ciao" no cuenta) que nunca me dijiste, y aunque suene loco, hasta me hubiera aliviado oírlo.
Te devuelvo el "visto" a mi corazón abierto, el borrón y el bloqueo en esa fría red en la que no pude sentir una mínima certeza que me aliviara... aunque alguna vez pude flotar, supongo que por no haber entendido o haber descifrado mal los signos que leía.
Te dejo todo lo que pude haberte dado, a sabiendas o sin saberlo. Me hubiera gustado darte más, darte todo, pero así fueron las cosas y no me quejo.
No esperaba mucho y esperaba todo. Quizás por eso la caída fue tan grande. 
Y el miedo a lo que finalmente pasó... uff enorme
Y la tristeza, y la angustia...
Voy a seguir juntando los restos y armar lo que está roto, una vez más, puedo hacerlo... ya lo he hecho antes. Aunque no va a ser lo mismo, claro.
Voy a salir de esta tristeza que, de a poco, va cediendo. Debo seguir.
Solo hay una cosa que se va a quedar conmigo y eso es lo que siempre estuvo, desde que te vi por primera vez, hace ya mil años. 
Y sí... cada tanto, como hoy, voy a estar muy triste, pero voy a acordarme de lo que me hizo bien y de todo lo que gané en esta aventura, que aunque parezca mentira, fue muchísimo.
Como el Principito, voy a ganar por el color del trigo. Cuando todo esto pase, por una canción o un escrito me acordaré de vos y de lo lindo que era sentirte, de ese modo extraño (y lejano), cerca mío. De esa pérdida, por esa pérdida, sacaré una ganancia que me hará feliz.


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