viernes, 19 de septiembre de 2014

Pessoa




Ser lúcido es estar indispuesto consigo mismo.

Amar es cansarse de estar solo: es pues una cobardía y una traición a nosotros mismos (importa soberanamente que no amemos).

Vivir en un dulce y fluido estado de desconocimiento de las cosas y de uno mismo es el único modo de vida que a un sabio entusiasma.

El raciocinio es estéril, pero es divertido.

Lo que siento que soy, nunca sé si lo soy realmente, o si apenas creo que lo soy.

Desprécialo todo, pero de manera que el despreciar no te moleste.

Enciérrate, pero sin golpear la puerta, en tu torre de marfil. Y tu torre de marfil eres tú mismo.

Quien tiene alma no tiene calma.

No es el tedio la enfermedad del aburrimiento de no tener nada que hacer, si no la enfermedad de sentir que no vale la pena hacer nada.

Naufragué sin tormenta en un mar donde se puede estar de pie.

Fernando Pessoa


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