domingo, 13 de enero de 2013

Libros





"Había una vez, un erudito filósofo bien conocido, que se ofrendó al estudio del Zen por muchos años.
El día que finalmente alcanzó la iluminación, sacó todos sus libros al jardín y los quemó."

Cuento zen

Hermann Hesse describía el período final de su búsqueda...

"No soy un hombre que sabe. He sido un hombre que busca y lo soy aún, pero no busco ya en las estrellas ni en los libros; comienzo a escuchar las enseñanzas que mi sangre murmura en mí."
...La vida de todo hombre es un camino hacia sí mismo, la tentativa de un camino, la huella de un sendero."


Finalmente los libros son solo eso, el vehículo que nos permite encontrar dentro nuestro lo que alguna vez olvidamos. Una vez cumplida esa misión, puede prescindirse de ellos y quemarlos... o guardarlos, como quien guarda un álbum de fotos, solo para recordar el camino recorrido y ese paisaje particular que alguna vez nos emocionó o nos abrió los ojos. 






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los Napoleones del fin de semana

  Hay un brillo inquietante en sus ojos cuando acuden cada sábado a la cita. Llegan uno tras otro, casi furtivamente, con sus cajas y reglam...