jueves, 4 de octubre de 2018

Azar




"En la vastedad del espacio y en la inmensidad del tiempo, mi alegría es compartir un planeta y una época con Annie." 

Carl Sagan - Dedicatoria de Cosmos: A Personal Voyage



Carl fue diagnosticado con síndrome mielodisplásico y finalmente murió de neumonía dos años más tarde, en diciembre de 1996 en una cama de hospital en Seattle, Washington, convencido de que no volvería a ver a sus seres queridos vivos, mucho menos a sus padres ya muertos.

En una entrevista para la revista Skeptical Inquirer en 2003, Ann Druyan reveló cuál fue su sentir en el duro momento tras la muerte de su pareja en una declaración que bien podría equipararse con cualquier carta de amor, con palabras tan inspiradoras como realistas sobre su compañero de vida y cómo compartió con el un instante cósmico donde ambos dieron lo mejor de sí:

"Cuando mi esposo murió, era tan famoso y conocido por no ser creyente, que muchas personas me preguntaron –y todavía me pasa a veces– si Carl había cambiado y se había convertido al final en un creyente en la vida después de la muerte. También me preguntaron con frecuencia si creo que lo volveré a ver. Carl se enfrentó a su muerte con coraje y tenacidad y nunca buscó refugio en ilusiones. La tragedia fue que los dos sabíamos que nunca nos volveríamos a ver.

No espero volver a reunirme con Carl. Pero lo más grandioso es que mientras estuvimos juntos, por casi 20 años, vivimos con una apreciación real de lo breve que es la vida y lo preciosa que es. Nunca trivializamos el significado de la muerte fingiendo que era algo más que una separación definitiva. Cada momento que estuvimos vivos y estuvimos juntos fue milagroso, pero no en el sentido de inexplicable o sobrenatural. 

Sabíamos que habíamos sido beneficiados por el azar... Que el azar puro haya sido tan generoso y tan amable que nos pudimos encontrar, como Carl escribió tan bellamente en "Cosmos", ya sabes, en la inmensidad del espacio y la inmensidad del tiempo... que hayamos podido estar juntos durante veinte años. Eso es algo que me sostiene y que es mucho más significativo... la forma en que me trató y en que lo traté, la forma en la que nos cuidábamos el uno al otro y a nuestra familia mientras vivió. Esto es mucho más importante que la idea de que lo volveré a ver algún día.

No creo que vuelva a ver a Carl nunca más. Pero lo vi. Nos vimos el uno al otro. Nos encontramos el uno al otro en el cosmos, y eso fue maravilloso."




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