lunes, 8 de diciembre de 2014

Destruir al prójimo




Una mujer insistió tanto en que su vecino era un ladrón, que el muchacho acabó preso. Días después, descubrieron que era inocente; el muchacho fue puesto en libertad y decidió llevar a juicio a la mujer.
-Los comentarios no eran tan graves -dijo ella al juez.
-De acuerdo -respondió el magistrado- Hoy cuando vuelva a su casa, escriba todas las cosas malas del muchacho; después rompa el papel y tire los trozos por el camino. Mañana vuelva para oir la sentencia.
La mujer obedeció y volvió al día siguiente.
-La acusación será absuelta si me entrega los trozos de papel que ayer esparció por el camino. En caso contrario será condenada a un año de prisión -declaró el magistrado.
-¡Pero eso es imposible! ¡El viento ya se lo habrá llevado todo!
-De la misma manera un simple comentario puede ser arrastrado por el viento y destruir el honor de un hombre. Luego será imposible reparar el mal que se ha hecho.
Y envió a la mujer a la cárcel.

Malba Tahan - Maktub, El Libro del Destino


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