Las bases sólidas de nuestra visión del mundo y, por ende, su poca o mucha profundidad, se forman en los años de la infancia. Más tarde, esa visión se elabora y perfecciona, pero no se modifica esencialmente.
Arthur Schopenhauer
Hay un brillo inquietante en sus ojos cuando acuden cada sábado a la cita. Llegan uno tras otro, casi furtivamente, con sus cajas y reglam...
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